Curiosidades

"Los Beneficios de la RISA"

Estudios realizados afirman que la risa estimula las defendas, mejora el curso de algunas dolencias y oxigena el organismo.

Además recientemente se ha descubierto que también ayuda en la pérdida de peso.

Ayuda a quemar calorías

Un grupo de investigadores estadounidenses afirman  que reírse con ganas durante unos 10-15 minutos al día puede quemar 50 calorías, lo que equivale a correr de seis a ocho minutos.

Ideal para ejercitar los músculos abdominales

Con cada carcajada se ponen en marcha casi 400 músculos, incluidos algunos del estómago que sólo se pueden ejercitar con la risa. Al reímos se trabaja la zona abdominal, pues sus
músculos se relajan y contraen a gran velocidad.

Ayuda a eliminar el estrés

Al reír disminuyen los niveles sanguíneos de cortisol, la «hormona del estrés» encargada
de subir la tensión arterial y la frecuencia cardiaca algo especialmente útil para quienes
tienden a comer más y sin control en situaciones estresantes.

Buena aliada para tu dieta

El aumento de serotonina (sustancia antidepresiva) y de endorfinas (calmantes y
analgésicas) que produce la risa mejora el estado de ánimo y ayuda a llevar mejor una dieta de adelgazamiento y a mantener el nuevo peso corporal.

Mejora el rendimiento metabólico

La risa también es un agente para activar el metabolismo, lo que favorece el gasto calórico
y la pérdida de peso, pues provoca la liberación de adrenalina, una hormona que, además,
contribuye a atenuar la sensación de apetito.

Mejor calidad de vida

Las personas que disfrutan de la risa son menos propensas a contraer enfermedades.     Un estudio de la Facultad de Medicina de Loma linda (California) ha demostrado que reír
estimula las defensas y mejora el curso de algunas dolencias.

 

 

"Las personas que sufren insomnio son más puntuales"
 

Las personas insomnes son mucho más puntuales que quienes duermen cada noche a pierna suelta. Es la conclusión a la que han llegado científicos alemanes y británicos tras realizar un experimento con más de 600 pacientes del laboratorio del sueño de la Universidad de Freiburg (Alemania). En concreto, los datos revelan que los insomnes llegan 4 minutos antes a las citas que las personas que duermen bien. Según los investigadores “se trata de una puntualidad obsesiva indicativa de una personalidad perfeccionista que podría ser una de las causantes del trastorno del sueño”. O tal vez es al revés: puede que sea el insomnio lo que provoca un exceso de perfeccionismo.

En cualquier caso, los autores del estudio, que se publica en la revista Journal of Sleep Research, sugieren que habría que comprobar si la psicoterapia para reducir el comportamiento obsesivo podría ayudar a combatir el insomnio, aunque eso suponga que los pacientes empiecen a llegar unos minutos más tarde a sus citas.

 

"Soñar ayuda a borrar malos recuerdos"

Un estudio de la Universidad de California (EE UU) publicado en la revista Current Biology revela que, mientras soñamos, la química cerebral vinculada al estrés se desactiva (desciende la norepinefrina) y el cerebro puede procesar las experiencias emocionales para "borrar" o "suavizar" las emociones dolorosas o desagradables almacenadas en la memoria. Así se deduce en una serie de experimentos realizados por los investigadores usando resonancia magnética. Según los autores del estudio, el hallazgo ofrece una nueva e interesante explicación a por qué soñamos.

“La fase del sueño en la que hay actividad onírica –es decir, en la que soñamos-, está basada en un composición neuroquímica diferente, y nos proporciona una forma de terapia, un bálsamo que elimina los ‘bordes afilados’ de las experiencias emocionales vividas durante el día”, afirma Matthew Walker, neurocientífico de la Universidad de California en Berkeley. Esta fase del sueño, más conocida como REM (siglas en inglés de Movimientos Oculares Rápidos), ocupa el 20% del tiempo de descanso de una persona sana.

En su estudio, Walker y sus colegas trabajaron con 35 sujetos a los que se mostraron imágenes emocionales a diferentes horas del día. Los experimentos revelaron que las imágenes que se veían por la mañana, tras dormir, tenían una respuesta emocional mucho menos intensa. Concretamente detectaron una notable reducción en la reacción de la amígdala, estructura cerebral que procesa las emociones, dejando a la corteza prefrontal “racional” tomar el control de la respuesta emocional de los sujetos. “Después de dormir las experiencias del día anterior han reducido su carga emocional; nos sentimos mejor con ellas, nos sentimos capaces de afrontarlas”, explica Walker.

Aunque los seres humanos pasamos aproximadamente un tercio de nuestras vidas durmiendo, aún no existe una explicación científica clara sobre la función fisiológica del sueño. Walker y su equipo apuntan a que una respuesta a este misterio podría venir de la estrecha relación entre aprendizaje, memoria y regulación emocional. Además, aseguran que los patrones del sueño REM pueden verse interrumpidos en trastornos por estrés postraumático o depresión, lo que dificultaría la recuperación psicológica de estas personas.